Esta semana comenzamos nuestro viaje por la Edad Media en Ponferrada para descubrir  otra orden de caballeros muy conocida de esta época.

El Castillo de los Templarios de Ponferrada está considerado como el más notable del noroeste de España.

La orden de los caballeros templarios fue creada con la intención de defender a los peregrinos que querían llegar a Tierra Santa. Llegó un momento que la orden creció tanto que  se podían encontrar casas de la orden por toda Europa, y por tanto sus riquezas eran tal que incluso servían como banqueros de los mismos reyes.



Hablando de caballeros salió a relucir el nombre del Rey Arturo y Camelot.


Pablo nos contó un poco la historia de su leyenda.




El Rey Arturo es uno de los personajes de la historia que más ha atraído durante generaciones. Sus hazañas, su valentía, sus caballeros, el misticismo que lo envuelve, incluyendo al mago Merlín, y su famosa mesa redonda,  son parte de lo que encanta a tantos.




Cuenta la historia que Arturo era el hijo secreto del rey Uther de Britania.  Para proteger su identidad de los enemigos de su padre, Arturo quedó desde sus nacimiento al cuidado del mago Merlín.    Merlín quería que Arturo se convirtiera en un rey sabio que pudiera reunir a todos los grupos que se estaban enfrentando por la corona después de la muerte de Uther y por eso le enseñaba la importancia de valores como la honestidad.


 Debido a todas las luchas que estaban pasando en esas tierras, los nobles ingleses fueron en búsqueda de la ayuda de Merlín. Lo que hizo Merlín fue clavar una espada en un yunque, y luego colocarlos encima de una roca. Después les dijo que quien pudiera sacar la espada del yunque sería el nuevo rey.


Aunque muchos hombres trataron de sacar la espada, ninguno pudo hacerlo.


Al llegar a los quince años de edad, Arturo fue con Merlín a visitar la espada que estaba en la piedra. Ese día había una gran multitud y pasaron muchas personas a tratar de sacar la espada, cuando fue el turno de Arturo, éste sacó la espada del yunque con mucha facilidad y fue declarado el nuevo rey.



En ese momento Arturo se convirtió en el rey de Britania.



Para proteger su reino y mantenerlo unido, Arturo creó los caballeros de mesa redonda.


No hay ningún lugar privilegiado en una mesa redonda, por lo que ninguna persona sobresale del resto. Así, los caballeros que se reunían a su alrededor eran todos iguales y no había ningún «líder» como los de tantas otras mesas medievales.




Seguimos nuestro viaje y nos vamos a la catedral de León.


En la Edad Media las catedrales fueron el núcleo de las nuevas ciudades que se estaban formando, convirtiéndose en epicentros de la vida urbana cotidiana, definiendo actividades y tiempos, así como fueron pugnando contra los edificios modernos por seguir siendo símbolos de la ciudad. Una carrera que generalmente se dio en las alturas, hacia el cielo. 
Toda ciudad importante quería tener la mejor de las catedrales.


Ahora toca comparar dos de las catedrales del camino de Santiago.
¿En que se parecen y diferencian la catedral de León y la de Santiago?

En sus diferencias podemos apreciar su dos estilos diferenciados, barroco y gótico.



Lo que mas les llamó la atención fue el rosetón de la fachada principal de la catedral de León.




El término rosetón se emplea en el ámbito de la arquitectura para dar nombre a las ventanas con forma circular que exhiben ornamentaciones y calados.
El objetivo principal del rosetón es favorecer la iluminación de las iglesias, ya que permite el ingreso de la luz natural a la construcción. Los arquitectos también se decantaban por la colocación de rosetones para crear efectos lumínicos sobre los altares.



¿Qué tal si experimentamos con estos efectos de luz?
Cada equipo montó una vidriera de colores.
Utilizamos unos patrones de troqueles reciclados y papel celofán de colores.












Una vez terminados bajamos al patio para observar la luz directa del sol en ellos.


























Después en clase los colocamos todos juntos en la ventana para ver su efecto como vidriera.

¡Les encantó!
Dicen que tiene que quedar hasta final de curso.







Después de una semana intensa, ésta nos la tomamos más tranquila.
Nuestros cuentacuentos no pueden faltar.




Ya empiezan a acusar el cansancio de todo el curso y la concentración cada vez es mas difícil.

El calor tampoco ayuda mucho.

A partir de ahora vamos a intentar hacer actividades un poco distintas y relajadas para intentar que el final de curso sea más llevadero.


Hoy viernes hemos trasladado la clase al patio.

Ha sido una manera especial de celebrar el santo de Zaira.

¡Felicidades!



Como les gustó mucho el efecto de las vidrieras aprovechamos el día para hacer un taller en el patio sobre este elemento.
Cada uno confeccionó una vidriera de colores.











A media mañana nos trasladamos al porche por que había más sombra y estábamos más fresquitos.

La merienda también fue en el patio.
Fue un día diferente y como se portaron muy bien seguro que repetimos.








¡Buen fin de semana a tod@s!













 

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